Los cuidados antes de concebir

Hay evidencias que demuestran que las mujeres fumadoras presentan una disminución de la reserva ovárica y suelen tener una menor respuesta a la estimulación de la ovulación, lo que repercute en la tasa de embarazo.
En los hombres, el consumo de tabaco se ha relacionado con una menor calidad del semen.
Se recomienda, a todas aquellas parejas que estén buscando embarazo, dejar de fumar o reducir considerablemente el consumo.

El consumo excesivo de alcohol puede afectar de forma importante en el proceso reproductivo. Está comprobado que aquellos hombres que ingieren grandes cantidades de alcohol, reducen los niveles de testosterona. Esta hormona tiene un papel muy importante en la espermatogénesis, por lo que su disminución puede afectar significativamente la calidad y la cantidad de espermatozoides en el eyaculado.
En las mujeres, el alcohol afecta los ciclos menstruales y puede provocar anovulación. Además, incrementa la posibilidad de abortos espontáneos y defectos graves en el nacimiento, conocidos como Síndrome del Alcoholismo Fetal (SAF).

Entre los factores que afectan a la fertilidad se encuentra el consumo de drogas y la exposición a tóxicos ambientales. Sobre todo en el hombre, puede ser nociva la exposición directa al calor en determinadas condiciones laborales, o a radiaciones, pesticidas, dioxinas, etc.
La ingesta de anabólicos, utilizados por aquellos hombres para que desean mejorar el aspecto físico o su tonicidad muscular, también reduce la fertilidad.

Un peso adecuado es necesario para mantener el potencial reproductivo. La alimentación y el ejercicio físico, son factores que influyen en la fertilidad.
Las mujeres con obesidad o bajo peso pueden tener alteraciones en su ciclo menstrual que dificulten el embarazo. Incluso si tienen que realizar un tratamiento de Reproducción Asistida, esta situación puede alterar la respuesta de los ovarios a la estimulación de la ovulación.

Es una vitamina B que ayuda a prevenir los defectos congénitos relacionados con el cerebro y la médula espinal (llamados defectos del tubo neural). Es particularmente útil en la prevención de estos defectos sólo si se toma antes de la concepción y durante las primeras semanas del embarazo. El folato es la forma natural del ácido fólico que se encuentra en ciertos alimentos como las verduras de hojas verdes, las legumbres y algunas frutas. Las pastas y las harinas que se encuentran artificialmente fortificadas, son una buena fuente de ácido fólico. Se debe tener en cuenta que esta vitamina se destruye fácilmente con el calor de la cocción.

Está demostrado que la generación de radicales libres ejerce efectos tóxicos sobre las gametas. Los antioxidantes podrían reducir estos radicales libres y se están realizando actualmente diversas investigaciones sobre la ingesta de antioxidantes en el hombre y en la mujer. Su utilización en algunos casos ha mostrado mejoría. Es aún un interrogante en medicina reproductiva qué pacientes podrían favorecerse con esta medida.

Con respecto al consumo de café, se han realizado experiencias preliminares en ratones que relacionan su ingesta con disfunciones en las trompas. No hay hasta la fecha evidencia de su influencia en humanos

Hoy no se considera que el estrés sea causa de infertilidad. Sin embargo, pueden ocurrir algunos cambios hormonales que alteren la ovulación. En el hombre, un estrés prolongado puede afectar la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
El apoyo psicológico para los pacientes con dificultades reproductivas es altamente sugerido. Es muy importante el modo en que la pareja (o la mujer sin pareja) enfrenta el problema e inicia el tratamiento.
Cada individuo viene con un recorrido previo y un desgaste asociado que los especialistas debemos tener en cuenta para intentar reducir la ansiedad, manejar la angustia, brindar el apoyo y la confianza necesarios que nos permitan alcanzar más fácilmente el logro del embarazo.

Los estudios indicados para la mujer que está planificando el embarazo son: Grupo y factor RH, hemograma, glucemia, uremia, creatininemia y estudios infectológicos, Ig G para rubeola, Ig G toxoplasmosis, HIV, HBs Ag (hepatitis B), Ig G Hepatitis C, Ig G Citomegalovirus, VDRL. Es importante que tenga su control ginecológico actualizado.